Os voy a contar cómo he aplicado el método KonMari a la costura
Como os decía el otro día, y como os he ido mostrando a través de Instagram, en septiembre me compré y devoré en dos tardes el libro "La Magia del Orden", de Marie Kondo (conocida como KonMari), una joven japonesa que tiene el método definitivo para mantener el orden en casa.
Resumiendo muchísimo se basa en que antes de ordenar hay que desechar tooooooodo lo que no necesitamos ni nos hace felices. Partiendo de esa base el libro nos da argumentos para las personas diogeneras como yo, que ponemos mil excusas para no tirar nada. Además nos dice por dónde empezar, cómo seguir y qué dejar para el final, de manera que sea un proceso sencillo.
Después se pasa a la fase de ordenación definitiva. La idea es simplificar mucho, tanto el volumen de objetos como el método de ordenación.
Después de leerlo lo pusimos en práctica. Salieron un montón de bolsas de basura (80 más o menos) y algún mueble. Sin remordimiento! Estuvimos unas tres semanas hasta que examinamos toooooda la casa.
Lo relacionado con la costura quedó para el final, porque era uno de los temas más delicados para mí, junto a las cosas de valor sentimental. Os confieso que durante el proceso fui perfilando mi plan, ya que cada vez comprendía mejor a dónde quería llegar.
¿Qué eliminé?
- Esos restos de tela que quedan después de coser algo: trozos pequeños, irregulares y poco útiles. Solo dejé pedazos de un tamaño superior a 30 x 30 cm.
- Ropa para reciclar: empecé en la costura a través de los DIY, y acabé haciendo ropa desde cero, que es lo que ahora me gusta y me satisface, pero he guardado montones de prendas con la idea de aprovecharlas para algo... algún día....
Pues bien: FUERA!!!! He dejado tres o cuatro cosas para las que veo proyectos claros, el resto fuera de mi vida! - Trozos de cintas, de puntillas, productos que no sé nombrar, guardadas por si acaso... se han ido al mismo sitio: Fuera.
- Cremalleras: tenía un pequeño arsenal de cremalleras compradas en mercadillos o en bazares ¿y sabéis qué? que cuando necesitaba una cremallera no me valía ninguna. O el color, o la longitud o que es o no es invisible... Fuera! solo me quedé con unas pocas que había comprado en mercería en colores básicos.
- Agujas para la máquina de coser, de las que vienen en los kits de Lidl o de los bazares, o sea, malas. Fuera!!! Ahora que mis dos máquinas son Singer, hice un pedido de agujas de marca para tratarlas con cariño y que no se me estropeen.
- Telas: también he tirado telas. Sí, sí, creía que nunca haría algo así, pero algunas muy feas o muy malas se han ido.
- Patrones calcados de revistas, que probablemente no volveré a coser, alguna revista que no me gustó nada de nada, un pdf que estaba mal impreso y que pensaba corregir "a ojímetro".... chorradas así: todo fuera.
- Proyectos inacabados: tenía varias cosas a medias desde hace mucho tiempo, que me agobiaba ver, o sea que no me hacían feliz porque me daban remordimientos: Fuera!!
Después he ordenado (con mucho espacio libre!). Las cosas de la misma categoría juntas (como dice el libro), de manera que todo es fácil de encontrar, en vez de tener cosas desperdigadas por mil sitios diferentes. Las telas están todas juntas en el mismo armario; las cremalleras, botones y corchetes en una caja; las cintas, bies, grosgrain y similares en otra caja; las gomas (para el método anning) en otra; agujas en el mismo sitio, hilos todos juntos, etc. Revistas de patrones clasificadas por marcas y números...
![]() |
El cuarto de costura |
- Voy a seguir cosiendo, sí, pero sin prisa por terminar para publicar en el blog cada lunes (cosa que hacía antes). Eso implica tener más paciencia, descoser si hace falta, ser más pulcra. Adelantaré mis avances por IG, pero bloguearé con tranquilidad, aunque implique menos frecuencia.
- Partiendo de que para mí lo primero es la tela y a partir de ahí busco el patrón, voy a pensar con cierta antelación qué necesito para cada proyecto: hilo, cremalleras o botones, y comprar solo lo imprescindible. Tal vez penséis: eso es más caro que aprovechar ofertas y tener en casa un poco de todo. Yo os digo: todo lo que invertí en cremalleras de colorinchis y otras cosas, por muy baratas que fueran en su momento, ha sido dinero tirado, porque no lo he usado nunca.
- Ser ordenada: después de cada sesión de costura intento dejar el cuarto recogido. Lo que ya no necesito lo voy guardando en su sitio, o lo tiro si es el caso. El proyecto que tengo entre manos va a una caja, junto al patrón y las instrucciones. Barro los hilos, recojo la tabla y la plancha.
Esto son solo 5 minutos y al día siguiente no me da esa pereza abrumadora ver el caos en la mesa. - ¿¿Qué pasa con la costura improvisada?? ¿¿acaso esto implica que no habrá costuras arrebatadoras, de esas que necesitas crear algo en una tarde después de un largo proyecto?? Este tipo de costuras por lo general no requieren de muchos suplementos... así que siguen teniendo cabida en mi vida ;)
Os recomiendo el libro. A mi me ha servido de mucho. Me he desecho de mucha basura, de cosas que no me hacían feliz y ocupaban espacio (incluso en mi cabeza), tengo mi casa más despejada, más ordenada y más fácil de limpiar (lo que implica más tiempo para coser). Es un cambio de chip total.
Solo he tratado con detalle el tema costura, pero podría hablar de muchas más cosas. La cuestión es ¿seré capaz de mantener el orden? por el momento llevo más de un mes y mis cajones siguen impecables!
¡¡Menudo rollo que os he soltado!!
¿Alguien más ha leído el libro y ha descubierto que hay otra vida más allá del "voy a guardar esto por si acaso"? ¿Cómo os ha afectado la lectura???Solo he tratado con detalle el tema costura, pero podría hablar de muchas más cosas. La cuestión es ¿seré capaz de mantener el orden? por el momento llevo más de un mes y mis cajones siguen impecables!
![]() |
En este espacio había un armario |
Hasta pronto!!